El pasado dÃa 20 de este mes que se acaba Ãngel Expósito, en su columna El Mirón Perplejo de La Vanguardia, incluye el siguiente comentario: “Apoyo económico a Calderón. Las multinacionales españolas con enormes intereses en México han respirado tranquilas tras la victoria de Felipe Calderón. De hecho, y visto lo ajustado del resultado, algunas de estas empresas se han comprometido a incrementar su inversión en aquel paÃs, especialmente en las regiones donde menos apoyo recibió el vencedor de los comicios. Y es que el susto ante la posible victoria de López Obrador ha sido grandeâ€
Enviamos la siguiente carta al periódico en cuestión:
“Ãngel Expósito da por vencedor en las elecciones de mi paÃs a Felipe Calderón, deberÃa saber el columnista que el proceso está impugnado y hay que esperar a conocer el veredicto del Tribunal Electoral para asegurar tal cosa, el 5 de Septiembre es la fecha lÃmite para tal efecto.
La democracia en México se inauguró apenas este siglo. Los contendientes en disputa, sin propuestas de gobierno, dedicaron la campaña para descalificar al contrario e invirtieron nuestros impuestos, como se dice en México, solo en “sacar trapitos sucios”. El resultado hoy es un paÃs dividido y enconado. Queda claro que el único camino que nos queda es tratar de mantener en pié nuestras endebles instituciones ciudadanas como el Instituto Federal Electoral (IFE), anticipos tan categóricos como el de El Mirón Perplejo no ayudan a elloâ€.
Entre los amigos catalanes hay expectación y alarma por lo que ocurre en México. España lleva en sus entrañas cicatrices profundas que después de setenta años aún supuran. Confrontarse entre hermanos es cuestión que va más allá de cualquier análisis, la reconciliación después de un enfrentamiento asÃ, solo se da en el terreno de la desolación y las consecuencias terminan en un rosario interminable de aterradores relatos, fraguados en el odio y la estupidez. Un huracán como el que presagia la cerrazón de nuestros polÃticos y sus asesores; alimentado por grupos que respaldando a uno u otro candidato ya se frotan las manos con los supuestos beneficios de su gestión, terminarÃa tragándonos a todos por igual. Hay que atender los reclamos de una república ofendida, no de ahora, ultrajada y utilizada desde tiempos en los que la memoria se desvanece. Llegó la hora de encontrarnos como sociedad, tenemos que comenzar en casa y exigir de nuestros representantes nivel en sus propuestas, calidad en su gestión, honradez en su conducta. México es el trozo de planeta en que nos toco vivir, la diversidad de nuestro mestizaje es nuestra riqueza, no tenemos más y tenemos mucho. Hagamos un reclamo airado para exigir equidad en la oportunidad y justicia en la repartición. De lo único que no podemos tener duda es de nosotros mismos.
El presidente Zapatero vuelve a plantar cara, se coloca en la portada de los principales diarios y en la descalificación de los populares al convertirse en el único estadista europeo en condenar la matanza de civiles inocentes en el LÃbano. A sus palabras se suma el ataque que la aviación israelà ejecutó contra el puesto de observadores de la ONU donde murieron 4 de ellos. Diez avisos se enviaron para detener el ataque que después de perpetrado Israel lamentó como un error.
El presidente Iranà Mahmud Ahmadineyad advierte sobre la gran tormenta que se acerca. LÃbano denuncia que Israel utiliza armamento prohibido. Al Qaeda lanza nuevas amenazas y el ex presidente de gobierno, José MarÃa Aznar, se suma a este perverso carnaval declarando hace unos dÃas que en su criterio estarÃa de acuerdo que también la OTAN bombardeara LÃbano. Frente a tanta ignominia la postura del presidente Zapatero no solo es singular, señera y valiente, es también congruente con su llamado al encuentro de civilizaciones antes que el choque tan auspiciado por el presidente Bush y sus halcones. El terrorismo existe pero no representa ni mucho menos a los 1300 millones de musulmanes que conforman este conglomerado rico en cultura, tradición e historia; amante de la paz y sin olvidarnos, vecino de esta Europa por momentos tan dormida en sus laureles.
Paseando por las Ramblas, buscando ese jirón de brisa que traiga sosiego a mi corazón sudado, me detengo a mirar parte del maravilloso zoológico que formamos los que en esta nave hoy viajamos como pasajeros. Masas de personas que suben y bajan mirando a los quietistas, tomándose la foto con Nerón o el Che Guevara. Turistas cuyo objetivo en el verano es dejar que el sol les dore la piel para llevarla como trofeo a sus grises y nórdicas regiones. Paseantes de agenda corta en donde anotan: comerse una paella –de dudosa manufactura– y empujarla con una gigantesca jarra de sangrÃa que ningún catalán o peninsular se atreverÃa a probar. Sin embargo para alguno de ellos el dÃa les regaló una experiencia adicional: ajenos al indigente que violento aporrea la caseta telefónica en busca de un euro atorado, se topan de frente con un hombre que pasea por la popular calzada pero en pelotas; lleva chanclas, eso si, y una pequeña bolsa de supermercado. Es rubio, alto y bien formado, pasa junto a una pareja de guardias municipales que prefieren mirar hacia otro lado. Me pregunto cual hubiera sido la reacción si el acalorado espécimen (supongo que por eso va desnudo) fuera moreno, cabello hirsuto y panzón, en fin, un buen número de visitantes, al volver a casa, podrán dar testimonio de la tolerante Barcelona.
Falta de agua y temperaturas extremas. Hace calor, hoy los termómetros llegaron en algunos sitios de la ciudad a marcar 43 grados. AsÃ, cuando leo el reportaje sobre las cataratas de Iguazú, se me encoge el alma. Una de las principales atracciones de América se está secando. De su caudal promedio de 1.5 millones de litros de agua por segundo, estos dÃas apenas le escurren 300 mil litros en la peor sequÃa de 30 años. Los embalses en España en su nivel histórico más bajo, el Amazonas pierde miles de hectáreas cada dÃa, los mares se quedan sin peces, el clima que cambia y trastorna todo y ¿los lÃderes del mundo?, afanados en sus guerras que les hinchan de oro los bolsillos, sea pues.