“Mi calle huele mal”

“El suspenso es un estado mental de confusión e incertidumbre,
tiene incorporado el miedo pero implica también una curiosidad
morbosa”
Aeron. Bergman – Alejandra Salinas. Artistas plásticos.

La credibilidad es sin duda el principal elemento de la convivencia, sin ella no podríamos vivir tranquilos mientras el bienamado (a), fuera de nuestra vista, anda por la vida con ese encanto que nos seduce y somete por igual con sus implacables leyes al primer extraño(a) que se le pone enfrente. ampoco existirían las sociedades de amigos, ni la liga de fut infantil, ni el jueves de dominó, ni esa escuela especial para los hijos, ni el día de campo con el compadre, ni podríamos encender la luz sin la certeza que al oprimir el botón esto ocurriría. La credibilidad tranquiliza porque da la certidumbre de estar hablando en los mismos términos con el de enfrente. Le creemos a Mari de la miscelánea cuando nos hace las cuentas de lo fiado, al cuñado cuando asegura haberse puesto con uno de a 200 en la cantina, al amigo cuando pide ayuda. No es algo con lo que se nace, se va haciendo con el tiempo y el tiempo nos va dando discernimiento para distinguir a la gente de palabra y a la que no la tiene. Cuando la credibilidad desaparece morimos para el entorno en donde se ha perdido. Si por alguna razón tenemos que permanecer en el mismo sitio, la vida entonces se hace una pesada carga en la que evitamos mirarnos a los ojos, sonreímos hipócritamente, nos volcamos en frases huecas para ocultar nuestro genuino y justificable miedo al otro, levantamos una comedida cortina de lugares comunes y diálogos de telenovela barata. Así, lo primero que se enmohece es la inteligencia, se esfuma el sosiego interno tan necesario para que el ser humano pueda expresar todo lo bueno que de manera natural lleva dentro. No se cuando perdimos la credibilidad en mi país pero pienso que con la experiencia reciente de las elecciones, antes que un líder carismático, un presunto estadista con altos listones académicos, la oferta de un programa de gobierno que nos habla de experiencia, una o muchas promesas, lo que necesitamos es creer como sociedad, reinventar la credibilidad, hacerle honor a nuestra palabra, confiarnos al otro y ser honestos con nosotros mismos aún a riesgo se ser vistos como ñoños y cándidos. Por nuestro bien conviene jugar limpio, solo así podríamos comenzar de una buena vez a sentir ese orgullo por la patria que se nos escapó hace tiempo de la memoria, necesitamos creerlo para plantar cara al autoritarismo de quien quiera gobernar solo para su bolsillo y para los intereses de su grupo, tomar de una buena vez en nuestras manos la mayoría de edad como sociedad.

Julio y Agosto son meses de vacaciones en España, sana costumbre, derecho ciudadano que se ejerce con firmeza para envidia de muchas otras naciones. El quiosco de periódicos, el director de la Seat, el Rey y su familia, el Presidente Maragall, Yasser el dueño del bar de la esquina, tancan les portas, echan llave a la oficina por cuatro semanas para hacer pausa, se van a vivir a otro mundo, que puede estar a 20 kilómetros de distancia, para recuperar energías. Unido a esto es también ver como las plazas y los amplios y arbolados camellones de la ciudad se llenan por las mañanas con ancianos y ancianas que dejan el estrecho y algunas veces oscuro departamento para salir a tomar el sol. Muchos viven con la familia pero llegado el periodo vacacional no siempre se puede “cargar” con ellos a la playa, a la montaña o de visita al pueblo. O no hay sitio en el coche o no hay dinero. El espectáculo no deja de impactar ya que la mayoría van solos, algunos, los menos, en compañía de una sudamericana que se alquila como compañía. Hace veinte días Barcelona se cimbró con el asesinato a golpes de una anciana, el escenario fue su propio piso y el asesino había entrado sin forzar las cerraduras. A este primer caso le sucedieron tres más en tan solo dos semanas. Reencarnaba aquí la mata viejitas de la Colonia Tabacalera del Distrito Federal. Ayer, a 20 días de su primer crimen, fue apresada Remedios, trabajaba de cocinera en un bar cercano a una comisaría de policía, “su gazpacho era buenísimo”, comentó, (quiero pensar que con ironía) uno de los clientes. Hasta donde van las investigaciones se trata de una mujer que entre sus demonios internos tiene el del juego, es una ludópata que no dudó en pagar las apuestas del bingo con la tarjeta de crédito que horas antes había sustraído del departamento donde dejó a una de sus víctimas casi muerta. Asesinaba para poder seguir jugando y de paso dejó aterrorizadas a 50 mil ancianas que viven solas en esta ciudad.

En el Centro Cultural Santa Mónica se exhibe el multipremiado film Bagdad Rap, un video del navarro Arturo Cisneros donde muestra la terrible realidad a la que se ve sometido el pueblo de Irak después de los intensos bombardeos de la coalición. El documento está orientado a la denuncia sobre el manejo de los residuos radioactivos que en alguna ocasión el Presidente Ronald Reagan propuso lanzar a la luna o “arrojarlos al fondo del mar”. Finalmente algún listillo en la Casa Blanca tuvo la ocurrencia de utilizarlos en armas convencionales para así aumentar su poder destructivo. En la primera oleada de la guerra cayeron sobre Bagdad diez mil bombas cargadas con dos mil toneladas de uranio empobrecido, que han convertido en un infierno las vidas de todo aquel que ha estado en contacto con la zona. Se calcula que los efectos contaminantes de este material desaparecerán dentro de 4 mil 500 años, o sea dentro de 40 mil generaciones. El problema se mantiene fuera de los grandes reflectores de los medios occidentales pero crece día a día. Niños con malformaciones, incremento en 7 veces la incidencia en el cáncer de mama y la gran cantidad de soldados que regresan a su país enfermos, Cisneros habla incluso de soldados españoles. No podemos olvidar la señera actuación que tuvo México al negarse a participar en esta guerra, en algunos círculos peninsulares se recuerda esto y a Cisneros comienzan a llamarle el Michael Moore español.

Asun vive en el edificio frente a mi casa en compañía de sus cinco perros. Cada tarde saca a sus mascotas a que les de un poco el aire que muy escaso circula en el estrecho callejón de la Mare de Deu del Pilar. Los animalitos jadean y la verdad yo les veo la mirada alienada. Se mueven poco y gimen. Antes de volverlos a casa haciéndoles subir los cuatro pisos por la escalera, recoge sus detritus en hojas de periódico que deposita en el basurero donde permanecen fermentándose hasta la madrugada, a los orines les va echando un poco de agua de un botellín, con lo que se forma un fétido arroyo que desde media cuadra llega hasta la esquina. Los de BCneta lavan la calle peatonal todas las noches pero el aroma a perro no se quita, sobre todo en estos días de verano cuando el piso quema con el ese sol que ya promete nuevas cotas de temperatura.

(Publicado en el periódico A.M. de la ciudad de Querétaro, México)