“Hay que vivir en inteligencia con el sistema
y en revuelta contra sus consecuencias, con la
idea de que hemos sobrevivido a todoâ€
Jean Baudrillard (1929-2007)
Nada nos quita de la cabeza, y parece que cada vez más del corazón, la idea de estar en la frontera de grandes cambios, nunca como ahora hemos tomado caminos sin retorno. Mal harÃamos sin embargo lamentándonos por tiempos idos, nada, ningún paraÃso se ha perdido, el hombre tiene significado viviendo su efÃmero paréntesis en concordancia con su tiempo y con la esperanza en el futuro, por negro que este pueda parecerle. Suelen mirar más hacia el pasado los que buscan el restablecimiento de canonjÃas que les permita sacudirse responsabilidades, aquellos que saben esconder su condición de parásitos para medrar con el esfuerzo de una colectividad silenciosa que apuntala el dÃa a dÃa con la disciplina de su esfuerzo, y sin pasar factura. La revisión de la historia es necesaria cuando llega el momento de abrir nuevos capÃtulos, cuando la rendición de cuentas resulta impostergable, cuando en reparar el daño se apuesta el futuro y solo asà se consigue el compromiso de rectificar el rumbo. En este terreno nadie más obligado a la reflexión de sus actos que aquellos que tuvieron en sus manos la decisión, la oportunidad de marcar el futuro para su comunidad y que dándole la espalda le ignoraron, como si el suelo que pisan no fuera el mismo de sus ancestros y descendientes y, para más, hoy se lamentan del atraso y la inseguridad en que vivimos.
La historia está  erizada de eventos traumáticos que corroen el espÃritu del hombre, nada puede hacerse frente al hecho consumado pero nunca como ahora resulta necesario el establecimiento de reglas claras para el ciudadano de la calle, no podemos permitirnos más la celebración por el abuso ni seguir mirando con desdén los abismos que hemos generado en nuestra sociedad.
En los últimos años gobierno y personalidades de algunos paÃses han comenzado a pedir disculpas por errores cometidos en el pasado. Londres ha mostrado su pesar y sentimiento de culpa por hechos tan lejanos como la devastación de territorio maorà en Nueva Zelanda en 1860, por la ejecución de 300 soldados quienes se negaron a marchar al frente en la Primera Guerra Mundial, por la hambruna de la patata en 1846 cuando un millón de irlandeses murieron de hambre. Las iglesias de Inglaterra también han pedido perdón por la esclavitud, el racismo, las cruzadas, la quema de protestantes a manos de católicos, etc. La administración Clinton a la comunidad afro americana al reconocer que fueron objeto de experimentos médicos. Los checos a los alemanes por su expulsión de los Sudetes, estos a aquellos por los abusos durante la Segunda Guerra. Los japoneses al pueblo chino por las atrocidades cometidas durante la ocupación nipona. El Vaticano al pueblo judÃo, a las iglesias ortodoxas, etcétera. La lista de pendientes resulta interminable e ir hacia atrás en la historia con este objetivo seria una tarea imposible, esto no quita la exigencia para pedir que en lo doméstico, en nuestro México, se comience una nueva etapa con la reflexión de nuestra historia y el esclarecimiento de acontecimientos que han quedado soterrados por la fuerza del poder, más que por la razón y que sangran aún en la memoria colectiva. Exigir la reparación de daños se antoja imposible, en el camino se quedaron generaciones de mexicanos que sin oportunidad se perdieron en la oscura noche de la nada, talentos que languidecieron cuando los que tenÃan en sus manos la obligación de potenciar la gran nación que somos, sabotearon su desarrollo mientras se hacÃan con el patrimonio de los mexicanos. Hoy ya no hay tiempo que perder, tenemos que dejar de ser un pueblo amedrentado para cumplir obligaciones y exigir derechos, denunciar abusos y dejar la complacencia frente a la injusticia, para de una vez exigir y estar dispuestos a dar cuentas.
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La seguridad social en España es una de las mejores reconocidas en el ámbito mundial, los mejores médicos, las mejores instalaciones, los proyectos de investigación más ambiciosos de Europa se encuentran en hospitales y cerebros españoles. Esta semana el vocero encargado del área anunció que en breve serán incluidos en los servicios públicos a dentistas y oculistas, gafas y tratamientos en el paquete por supuesto. Como si la oferta fuera insuficiente, también se incluye en el listado la cirugÃa para cambiar de sexo. A más de alguno le parecerá exagerado pagar impuestos para tal objeto, sin embargo no negamos que la medida lleva un alto grado de respeto a la decisión y voluntad de los individuos, esa libertad y tolerancia de la que ya hemos hablado y que resulta inseparable de la vida en democracia, que cada cual se haga responsable de su vida, ¡que caray!
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Hay encono en la penÃnsula por el tema del terrorismo. Mientras se juzga a los presuntos culpables del atentado a los trenes de Madrid en el 2004, el partido de la oposición, el PP, intenta sacar réditos de los últimos crÃmenes de ETA acusando al Presidente Zapatero de terrorista y a su gobierno de haber pactado con la banda. Nadie en su sano juicio se atreve a suscribir tamaña acusación y sin embargo vemos como un brillante polÃtico como lo es Mariano Rajoy, no titubea en arriesgar su prestigio apuntalando cada que puede la calumnia y colaborando con ello a debilitar eso que él tanto llama a defender: el estado de derecho. Jean Baudrillard, sociólogo y brillante pensador francés fallecido el pasado dÃa 6 de Marzo, ya señalaba la cobardÃa intelectual de los polÃticos como uno de los grandes males de nuestra época.